Tras leer algún que otro libro de emprendedores y mba’s te encuentras que hay conceptos o ideas que se van repetiendo y en los que quizá uno no ha pensado. Aunque está enfocado a las empresas como tal, algunos se pueden llegar a aplicar en nuestro día a día de la farmacia hospitalaria. A continuación os comparto alguno de estos aspectos que también deberíamos tener en cuenta en nuestro mundillo (según mi modesta opinión, claro está) que seguramente son muy básicas, pero que nunca está de más tenerlas en mente.
- Conoce bien y entiende cuales son las necesidades que tiene “el cliente” (qué buscan, que valoran, …). En este caso puede ser tanto el paciente, como enfermería o como la dirección del hospital. Está muy bien intentar empezar iniciativas y tener ideas, pero si éstas se ajustan a las necesidades de alguno de estos actores, seguramente tendrán mejor aceptación.
- Muchos de los proyectos fracasan porque a nadie le interesa. Está relacionado con lo anterior, pero no te olvides de este concepto. Se pueden desarrollar ideas, proyectos o programas que sean “de 10”. Bien realizados, con correcta metodología, muy completos, etc Pero en el caso que éste no interese, acabará en nada.
- Es interesante la realización de un mínimo proyecto viable. Un proyecto a mínimos como “prueba piloto” para ver que se cumplan los puntos anteriores y en base a la respuesta que se obtenga acabar de optimizarlo y mejorarlo. Es mejor invertir 3 meses en hacer algo más precario y ver la reacción y recibir propuestas de mejora, que no dedicar 12 meses a hacer algo que sea perfecto técnicamente pero no contemple las necesidades que luego sean necesarias.
- Si tenemos una posible solución a un problema es interesante hacer las entrevistas solución-problema, donde se habla con un número representativo de “clientes” y se hacen las preguntas adecuadas de forma que acabas aprendiendo sobre el proyecto. Puede ser que aquí sea cuando “muera” el proyecto… Puede ser que el público a quien vaya dirigido no esté interesado en lo que vamos a trabajar.
- A alguien le importa lo que planteamos?
- El público a quién va dirigod sienten que tienen un problema que requiera solución?
- Cómo está ahora solucionado el problema?
- La solución actual no es óptima y hay motivos para cambiarla?
- Y luego… está todo el tema de la filosfía LEAN… que da para otra entrada para otro día 🙂
¿Qué opinais? ¿Creéis que esto también es aplicable en el mundo de la farmacia hospitalaria, el hospital y la sanidad?
Estáis invitados a realizar cualquier comentario! 🙂
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